Las Termitas

Pertenecen al orden de los isópteros. Se alimentan de madera y otros materiales ricos en celulosa que pueden digerir gracias a un protozoo que vive en simbiosis en su tracto intestinal. Estos curiosos animales viven en colectividad, con especialidades en su funciones similar a las hormigas.
La mayor parte de las termitas, conocidas también como hormigas blancas, son de climas tropicales o subtropicales, unas pocas especies viven en climas templados.
Existen unas 1.900 especies de termitas diseminadas en el mundo, sus colonias pueden reunir una población de más de 2 millones de individuos. La reina de la colonia es la única que pone huevos, característico en muchos insectos. Algunos miembros de la colonia, en épocas de reproducción, desarrollan alas y abandonan la comuna para organizarse independientes e invadir nuevos sitios, como las construcciones de madera, por ejemplo.
Es conocido el efecto devastador de las termitas, destruyen árboles, edificaciones, papel, etc, siendo un temido comedor del patrimonio histórico en cualquier lugar donde su presencia sea en abundancia.
Las termitas, sin embargo tienen su razón de existir en la naturaleza, degradan la madera muerta de los bosques, son alimento de aves y de otros insectívoros como el caso del oso hormiguero, quien ejerce un control natural sobre las poblaciones de hormigas y termitas.
Como cualquier otro insecto sólo deben ser controlados en casos de grave desequilibrio ecológico. Naturalmente este desequilibrio es muy frecuente, la devastación de bosques por parte de los hombres ha provocado la emigración constante de las termitas para poblar zonas habitadas por el hombre, atacando así nuestras viviendas y todos material de papel y madera que encuentren a su paso, cuasi venganza de la madre natura.

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